Friday, July 15, 2011

Doña limber: de cuando lo que importaba conocer en la urbanización era el punto secreto de limbers. con acceso servicarro.


pero el letrerito no era tan fancy como este.


Mientras vertía hoy los limbers de tamarindo en los vasitos de plástico ahora recordaba la siguiente escena:

El niño en la bicicleta violeta con mangos de goma blancos-[Desde afuera, en el portón de la marquesina de la doña del vecindario.Se asegura que esté el cartoncito marrón enganchado, la luz verde pa’ saber que Doña Limber todavía es Doña limber, y evitarse pasar una verguenza. Un pie en el piso, la otra pierna arqueada a 85 grados en el pedal de la bici, pecho hacia frente, ambas manos en el manubrio, listo pa’ cantar como palomón con toda la fuerza de sus pulmones pero medio timidón todavía]  “¡Liiiimbeeeellll......Buenahh tardehhhh...Liiimbeeellllll!!!” [contando con el índice derecho el menudo en su mano izquierda, disipándolos como se hace con los granos de gandules , y separando los chavitos prietos para contarlos al final.]
 

Doña Limber-[La doña sale, se asoma por la puerta de la cocina en bata azul, de flores multicolor, de botones blancos de metal a lo largo de la bata, en chancletas, con medias, con los tobillos hinchados y unas batatas de haber estado muchos años de pie] ¿De qué lo quieres m'ijo?

El niño en la bicicleta violeta con mangos de goma blancos--¿De qué tiene?

Doña Limber--Tengo de…’pérate, deja vel qué me queda [camina sin prisa hacia el freezer de la marquesina, manos estiradas arropando sus anchas caderas, como si las midiese con casa paso]: Cherry, china, limón, mantecado,coco y tamarindo.

 Doña limber- ¿De quince o de peseta?

El niño en la bicicleta violeta con mangos de goma blancos--¡Los de tamarindo de peseta y el de mantecado de quince! [Gritando para que lo escuchen hasta el freezer donde se encuentra Doña Limber enhiesta mirando a lo profundo del arca, lista pa' zumbar la mano en la cueva del tesoro en busca del sabor que seaMientras el niño se prepara para estirar la mano y pasarle la chavería de la alcancía por entre las rejas con más curvas que Pauline Crespo en esos días.]

Ambos maniobran  para pasar los limbers por los huecos de las rejas. Victorioso, el niño en la bicicleta violeta con mangos de goma blancos le pasa a los limbers a los panas en las bicis esperando. Entierra con deseo sus dedos llenos de tierra en el vaso, haciéndole presión al hielo para que se asome por el borde del vaso como lava de hielo en verano tropical , agarra el limber con la mano llena de mango e' bicicleta, lo mete en el vaso denuevo, esta vez invertido, y se va feliz chupando la pulpa que, como alto conocedor del arte de chuparse un limber, sabe que yace frutocita y blanda en el fondo. Y parte con tremenda sinfonía criolla al compás de las bolitas de colores neón que se deslizan en los rayos de la bici.] 

 ¡SLLRRRPPPPPPPP! ¡SLRRRPPPPPPPP! ¡SLRRRPPPPPPP!

fin de la transacción salva calores de un sábado cualquiera, digo... mucho antes de que existiera Tito.

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