no es lo mismo “ jíbaro performance” que “performing the jíbaro.”
“Ser jíbaro es cosa mala”-semi-chiste de la vida real- la ironía de lo nacional y de lo transnacional: Una reflexión bien coloquial, un cliché sobre otro cliché.
Esto no es nada nuevo, pero… estaba pensando yo:
Nuestro símbolo más purista, “más hermoso” de lo nacional es el jíbaro, nuestro very own gaucho. Ósea…no es lo mismo “ jíbaro performance” que “performing the jíbaro.” Ser un jíbaro, o comportarse como un jíbaro es para los estándares boricuas lo peor que se puede mostrar. [Noten que usé la palabra mostrar, lo contrario de esconder, similar a demostrar, algo así como que se te moje el pelo y se “te salga lo de negro,” “o que se te vea la mancha de plátano,” o la frase que sea que quieras usar…] El discurso es lo que se busca muchas veces cuando queremos hablar de lo terrible que es El Imperio, pero la actuación es lo que se trata de evitar a toda costa. No hay “cosa más mala” que ser un jíbaro en Estados Unidos, o en el high joyete society , o en Guaynabo city, o en iu naim it. ¡No seas tan jíbaro! Y… Abelardo Díaz Alfaro… “el último jíbaro.”
¡Y qué importante era la casa del jíbaro! ¿Verdad? ¿Te imaginas un jíbaro viviendo en un apartamento?… Algo así como la canción de Menudo… “tú te imaginas una ballena con pelo largo,…. Una piscina de spagetti.” El jíbaro, tán hetero, tán padre de familia, tán padrote… el sueño de cualquier hembra montuna. Pero qué muchas bofetás y cuernazos agarró del toro blanco. Hasta suicida nos salió ese jíbaro, lo cual me hace pensar que si descendemos de él no es nada raro que todavía la Isla esté en crisis y cada vez vayamos peor. Si hubiesen medicado a ese toro desde un principio estaríamos como nuevos. Lástima que no habían sicólogos industriales ni Prozac en aquel tiempo. ***Estoy haciendo referencia al cuento de "El Josco," para los que no la hayan reconocido; y no, no hablo de ese teatro casa cede de "Amor en la Hamaca" parte uno, parte dos y parte tres, segundo hogar para Sunshine Logroño.
Las paradojas que logró la industrialización… ¿ah? Ese jíbaro …. La hermosura de lo posmoderno, ¿o de lo moderno?
¡Y buehhh…! Y es que no existen jíbaros voluntarios. ¡Pues claro que Don Abelardo fue el último, si nadie quiere ser jíbaro, to’ el mundo le juyee! Sólo quieren (queremos???) tener una pintura de él en la pared arando el campo, y en el museo cargando los plátanos y mirando a la cámara o de frente al pincel del artista (siempre al lado de la del flamboyán, of course), -era de lo más fotogénico el condenao, pero un poco de hidratante en la cara no le hubiese venido mal.
...Y mira que nos gusta esgalillarnos y agarrarnos el corazón cantando una canción de Marc Anthony mientras se te aguan los ojitos porque… quién sabe por qué : “loco de contento .... va con su cargamento hacia la ciudad”– digo la de Marc, Marcos Antonio, no el poema original, ni nada de esas cosas viejas….
¡Ay pero que cosa más romántica ésta!
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