Si toda tu vida la has pasado en guerra con el universo, culpando a otros de tus desgracias, si has tenido un problema con + de la mitad de las personas que conoces, y si has tenido problemas con prácticamente todos los que te conocen de verdad...entonces es hora tratar de localizar y mejorar el problema en ti. El síndrome del perseguido y muchas enfermedades suelen ser provocadas por pasar una vida tramando y haciéndoles daño a los demás siempre por ser tú el beneficiado.
¿Generalmente vives comparando tu éxito, tus logros, tu ropa, tus posesiones y tu físico al de los demás? Entonces, aún más, lo más seguro tu problema eres tú. Esto suele suceder cuando la única manera de verse en lo alto es rebajando a los demás.
Aunque muchos no te lo digan la hipocresía tiene patas cortas, y siempre termina por ser reconocida. Si no te lo dejan saber es peor, es que saben que no deseas mejorar y que verdaderamente la relación contigo ha muerto y ahora es superficial y sólo cortés, que no eres una buena persona para tener cerca, pero que es peor tenerte de enemigo. O tal vez sencillamente tu problema es tan evidente que mueve a la lástima y no desean lastimarte más. Tal vez han sido tantas tus manifestaciones públicas que ya dudan de tu estabilidad emocional y psíquica.
Una buena señal para la detección de este problema es si sueles pensar que otros tienen la obligación de darte algo, que te deben, y eso los hace malas personas.Del mismo modo en que tú tal vez nunca hayas pensado tener la obligación de darles a ellos, ellos no tienen ni obligación ni responsabilidad de darte nada a ti. ¿Qué los hace diferentes, excepto tal vez muchas malas decisiones de tu parte que te han llevado a dónde estás? ¿Son ellos culpables de eso? ¿Acaso tus malas decisiones tienen el efecto adverso de hacer que merezcas que te den más y más? Otra manifestación clara es cuando aquellos que tienen lo que deseas, porque se lo han ganado y lo han trabajado, de repente se convierten en tus enemigos. Por eso, comienza a mirar con diferentes ojos aquellos que te han encarado y te han dejado saber cuál es el problema contigo. Cabe la posibilidad de que sólo esos aún tengan fe en tu capacidad de cambio, tal vez sólo esos aún te dan el beneficio de la duda. Los demás puede ser que sólo te soporten por alguna razón que poco tiene que ver con que crean que seas una buena persona. Ya sabes… quien bien te quiere te hará llorar (con verdades). Otra señal, generalmente esto son comportamientos aprendidos, pero es importante saber detectar cuando estamos repitiendo patrones, y aprender de los errores de aquellos que hicieron los mismo y que vimos caer por esa misma razón.
¡Sólo tú eres responsable de ti mismo, nadie más! ¡Nadie te debe nada! Ni tan siquiera tus padres, ellos ya hicieron su parte, los errores los cometiste tú, y no hay situación en tu pasado que excuse lo que has decidido hacer hoy. Si tuviste la capacidad para identificar las malas experiencias, entonces también la tenías para transformarlas porque eso quiere decir que puedes diferenciar los malos actos de los buenos –y esto va mucho más allá de cuestiones religiosas.
Pero, sobre todas las cosas, si al leer esta nota tan impersonal te sientes aludido… entonces definitivamente, el problema eres tú. Ahora… ¿qué vas a hacer al respecto? Molestarte conmigo sería redundante.
La detección es solamente el primer paso del tratamiento.
Wednesday, September 28, 2011
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